El contexto de los últimos años ha provocado una subida de precios que tiene una repercusión directa en la cesta de la compra. Según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos por el diario económico Cinco Días, la tasa media de subida interanual en 2022 fue de un 8,4 %, con un incremento especialmente significativo en la alimentación, cuyo precio interanual se disparó un 15,7 %.
La desaceleración de la economía, los elevados tipos de interés y el repunte de los precios de la energía, el petróleo y las materias primas están detrás de una situación que afecta tanto a los consumidores como a los propios negocios. Para estos últimos resulta esencial tomar medidas encaminadas a mantener la rentabilidad. El control de costes en la gestión de los supermercados es una de las más eficientes.
¿Qué debes saber sobre el control de costes en un supermercado?
En una situación en la que los márgenes de beneficio de los supermercados se han visto disminuidos, identificar qué gastos pueden reducirse o eliminarse sin perder calidad en el servicio, tomar medidas de prevención ante imprevistos y mitigar el riesgo de accidentes laborales resultan puntos clave en la gestión del negocio. Todos ellos forman parte del control de costes.
Es relevante tener en cuenta que existen una serie de gastos necesarios que van a ser recurrentes:
- Alquiler del local
- Salarios del personal
- Coste de suministros
- Administración
- Pago de seguros.
- Seguridad
- Equipamiento de protección para los empleados.
Junto a ellos, aparecen gastos imprevistos, como los que implican la reparación de maquinaria averiada o los costes indirectos al sustituir a un empleado que está de baja. Unos y otros pueden ajustarse en función de las necesidades puntuales, al tiempo que resulta muy beneficioso identificar y eliminar aquellos gastos que no aportan valor para el negocio.
En este punto resulta importante tener las herramientas capaces de medir los procesos y poder mejorarlos a partir de los datos recibidos. Porque el control de costes pasa por la optimización de todos los aspectos vinculados al negocio. Aumentar la eficacia y productividad de los empleados es básico para lograrlo, al igual que mejorar la relación con los proveedores o el control de stock.