Trastornos musculoesqueléticos de origen laboral en el almacén: ¿cómo prevenirlos?

Los sobreesfuerzos físicos en el trabajo constituyen la principal causa de baja laboral en España, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Más en concreto, el INSST señala que los trastornos musculoesqueléticos representan el 78% de las enfermedades profesionales de nuestro país.

Los profesionales de la construcción, la industria manufacturera, la logística y los almacenes presentan una incidencia especialmente alta de estos trastornos a causa de la manipulación de cargas y movimientos repetitivos. Con objeto de reducir los riesgos asociados a estos trabajos, el INSST ha actualizado su Guía Técnica sobre Manipulación Manual de Cargas, destacando diferentes criterios técnicos y recomendaciones que favorecen la prevención de unos accidentes y lesiones que ponen en riesgo la salud física y la satisfacción laboral de los trabajadores de los almacenes. 

¿Cuáles son los principales trastornos musculoesqueléticos provocados por el trabajo en almacén? 

Los trabajos en almacenes implican con frecuencia esfuerzos físicos repetidos y posturas forzadas que se mantienen durante largos periodos. Estas exigencias pueden derivar en diversos trastornos musculoesqueléticos, que afectan principalmente a músculos, tendones, articulaciones y nervios. 

1. Lumbalgia 

Se produce por la sobrecarga de la zona baja de la espalda al levantar o transportar peso de forma incorrecta o al mantener adoptar forzadas durante mucho tiempo. El trastorno puede volverse crónico.

2. Tendinitis 

En el caso de los trabajadores de almacén suele presentarse en la zona del hombro y estar relacionada con movimientos por encima de la cabeza o la carga frecuente de objetos pesados a media altura. Es especialmente frecuente en trabajos de preparación de pedidos, en los que el profesional realiza decenas de elevaciones al día.

3. Lesiones de rodilla y menisco 

Las posturas de cuclillas, los desplazamientos en superficies irregulares y los esfuerzos de carga con flexión de piernas pueden provocar lesiones articulares a. Afectan de manera especial a las personas que desarrollan tareas de carga y descarga o que trabajan en espacios reducidos.

4. Cervicalgia 

Las actividades que exigen mirar repetidamente hacia arriba, cargar peso sobre los hombros o mantener una mala alineación cervical pueden provocar dolor crónico de cuello. Además, el dolor puede irradiarse a hombros o brazos.

5. Síndrome del túnel carpiano 

Es una lesión que se genera por el atrapamiento del nervio mediano en la muñeca y está causada por movimientos repetitivos de flexión y extensión. En el trabajo de almacén, aparece por el uso constante de herramientas manuales, la manipulación intensiva de paquetes pequeños o el escaneado continuo de productos. 

Medidas de prevención de trastornos musculoesqueléticos de origen laboral

Como hemos visto, las funciones que realizan los mozos de almacén conllevan un alto riesgo de provocar trastornos musculoesqueléticos si no se gestionan adecuadamente. Para proteger la salud de los trabajadores y crear un entorno laboral seguro, las empresas deben poner en práctica medidas de prevención que tengan un enfoque integral. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) ofrece abundante información sobre los factores de riesgo y las estrategias más adecuadas para evitar los TME. Te detallamos algunas de las medidas más eficaces. 

1. Adaptación de los espacios de trabajo a cada persona 

El rediseño de los puestos de trabajo debe comenzar con una evaluación inicial de los riesgos y contar con la participación de los propios operarios para adaptarlos a sus necesidades. Puede incluir aspectos como ajustar la altura de las mesas, bandejas o cintas transportadoras y garantizar que los controles de maquinaria estén a su alcance sin estiramientos innecesarios.

2. Pausas activas y rotación de tareas

Los breves descansos con estiramientos o ejercicios suaves durante la jornada mejoran la circulación y liberan la tensión acumulada, especialmente en hombros, espalda y muñecas. Además, la rotación de funciones ayuda a disminuir la fatiga muscular. 

3. Distribución correcta del almacén y señalización 

Es importante organizar los pasillos, zonas de carga y rutas de desplazamiento de forma que se eviten los movimientos innecesarios y giros bruscos. Por su parte, la señalización de los espacios debe indicar cuáles son las zonas de paso, los límites de carga, las áreas de descanso y los puntos de ayuda mecánica.

4. Uso de calzado profesional 

En entornos donde el trabajador permanece de pie muchas horas o se desplaza constantemente, un calzado confortable, que cuente con suela antideslizante, plantilla acolchada, buena amortiguación y puntera reforzada reduce el riesgo de accidentes y previene posibles problemas de rodillas, pies y espalda. 

5. Formación en técnicas de manipulación de cargas 

En muchas ocasiones, los trastornos musculoesqueléticos en el almacén se producen por un manejo incorrecto de las mercancías que se manipulan. Por eso, resulta esencial llevar a cabo periódicamente formaciones prácticas en las que se enseñe a llevar la espalda recta, flexionar las rodillas o evitar giros bruscos del tronco.

6. Ayudas mecánicas 

Herramientas como carretillas, transpaletas o sistemas de rodillos facilitan el transporte y manipulación de mercancías pesadas o voluminosas, minimizando los esfuerzos repetitivos y las posturas forzadas.

7. Seguimiento continuo 

Las condiciones y herramientas de trabajo en un almacén cambian constantemente. Por eso, es importante realizar evaluaciones periódicas y encuestas de higiene postural entre los trabajadores y adoptar las medidas de prevención en función de las necesidades. 

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