Según los datos del Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX), el sector de la logística y el transporte representa hoy el 6,9 % del PIB español, con una cifra anual de negocio de 101 000 millones de euros y casi un millón de puestos de trabajo. La situación estratégica de nuestro país y la adecuada red de infraestructuras explican la buena salud de un sector que, en los últimos años, ha vivido un gran crecimiento gracias al desarrollo del comercio online.
Los hábitos de compra actuales están introduciendo también nuevos desafíos, especialmente en el proceso de entrega de los productos a los consumidores, es decir, en lo que se conoce como logística de última milla. El cliente demanda agilidad, flexibilidad y un buen servicio y de estos aspectos va a depender su fidelización. Profundizamos en la logística de última milla y en los retos asociados a la gestión de la misma en el futuro más próximo.
¿Qué es y cuáles son las fases principales de la logística de última milla?
La logística de última milla es el proceso culminante de la cadena de suministro, el que se ocupa de trasladar el producto desde los centros logísticos o almacenes hasta el cliente final. Se trata, pues, de una etapa determinante para satisfacer a los consumidores. Cualquier retraso o equivocación en este periodo puede provocar la pérdida de confianza en la marca.
Dentro de la logística de última milla podemos distinguir varias fases principales.
1. Control de stock
El primer elemento de la logística de última milla es la recogida del producto en el almacén una vez que el consumidor da la orden de compra. Es fundamental tener un registro eficaz y actualizado del inventario para evitar que esté a la venta un artículo no disponible en el centro logístico.
2. Planificación de rutas y gestión de flotas
La gran cantidad de entregas diarias y en diferentes puntos exige una planificación esmerada de las rutas óptimas para ahorrar tiempo y costes, controlando las variables relativas al tráfico o las posibles incidencias en las zonas de entrega. También es fundamental contar con medios de transporte apropiados para las zonas en que se realiza el servicio y comprobar que estén en perfecto estado.
3. Seguimiento de la entrega
Las herramientas tecnológicas ayudan a optimizar las entregas, permitiendo reaccionar ante imprevistos y ofreciendo transparencia a los clientes en el seguimiento de sus envíos. Gracias a ellas se reducen costes y mejora la experiencia del comprador.
4. Logística inversa
La logística de última milla también se ocupa de la gestión de los productos que devuelven los clientes. El proceso de recogida ágil y satisfactorio es básico para mantener su confianza.