El sector de la hostelería es uno de los que más riesgos presentan para los trabajadores, ya que están expuestos a numerosas amenazas externas. La prevención de riesgos laborales permite evaluar cada puesto para ofrecer la mejor protección posible y la formación adecuada a quienes lo ocupan.
Es complicado hablar de los riesgos laborales de la hostelería en general, ya que ofrece servicios muy diferentes. Lo más adecuado es, por lo tanto, analizar las necesidades de cada uno de sus subsectores y los equipos de protección individual (EPI) más apropiados en cada caso.
Cuándo es obligatorio el uso de EPI en hostelería
El real decreto 773/1997, de 30 de mayo, establece que los equipos de protección individual serán necesarios únicamente cuando no se haya podido garantizar la seguridad de los trabajadores con las medidas de protección colectiva y los procedimientos de organización del trabajo.
Los EPI se consideran, en definitiva, el último recurso que se debe utilizar, ya que no evitan el peligro, sino que protegen frente a los riesgos. No obstante, las particularidades de los puestos de trabajo de hostelería hacen que casi siempre sea necesario utilizarlos.
Las principales medidas de prevención de riesgos laborales se establecen en las disposiciones mínimas de seguridad y salud del real decreto 1215/1997, de 18 de julio. Por lo tanto, antes de elegir los EPI más adecuados para cada puesto de trabajo es necesario asegurarse de que:
- las herramientas y máquinas de trabajo son de calidad, están en perfectas condiciones y se utilizan para el uso para el que han sido diseñadas;
- los utensilios afilados se transportan y almacenan con precaución y protegidos por sus correspondientes fundas;
- todos los trabajadores conocen las instrucciones de manejo de la maquinaria que necesitan utilizar para desempeñar sus tareas;
- la instalación eléctrica ha pasado las inspecciones obligatorias;
- existen sistemas de detección de contaminantes y humo;
- se realiza una limpieza y desinfección adecuadas;
- los locales tienen la ventilación apropiada;
- las instalaciones cumplen con las medidas higiénicas;
- se cuenta con un plan de emergencia y evacuación del que todos los empleados están informados.
Qué EPI utilizar en hostelería
Según los datos recogidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, los accidentes de trabajo en el sector de la hostelería en 2023 fueron 55.217, una cifra sensiblemente superior a la del año anterior. Las grandes diferencias que existen entre los puestos en el sector constata la necesidad de elegir los EPI de forma personalizada para cada cometido.
EPI obligatorios en hostelería para cocineros
Los percances más comunes en las cocinas son quemaduras, cortes, contactos eléctricos, resbalones, inhalación de sustancias tóxicas, exposición a temperaturas extremas, lesiones musculares o estrés.
Los equipos de protección individual indispensables para chefs, cocineros y ayudantes de cocina son:
- guantes de malla para protegerse de los cortes,
- manoplas térmicas para evitar quemaduras al manejar bandejas de horno o cazuelas calientes,
- guantes antifrío y ropa de abrigo ante las bajas temperaturas durante la manipulación de alimentos congelados dentro de las cámaras frigoríficas,
- guantes de goma para fregar,
- delantales antisalpicaduras,
- mandiles de corte para utilizar en labores de despiece o de deshuesado,
- tapones para los oídos en cargos expuestos a mucho ruido,
- calzado antideslizante que prevenga resbalones y caídas.
EPI obligatorios para camareros
Los camareros, por su parte, están expuestos a resbalones y caídas, quemaduras, esguinces o fracturas de huesos, lesiones musculares, cortes o ansiedad.
Los EPI obligatorios para este tipo de puestos en restaurantes y bares se centran fundamentalmente en los pies, ya que se requiere un calzado cómodo que se adapte de forma adecuada sin oprimir y con suelas antideslizantes que eviten caídas inesperadas.
EPI obligatorios en hostelería para camareras de pisos
El personal de limpieza de los hoteles puede experimentar caídas en el mismo nivel o desde altura, golpes con objetos pesados, rozaduras, cortes, contactos eléctricos, lumbalgia, fatiga, intoxicación por inhalación o trastornos musculoesqueléticos.
En la mayor parte de los casos, el riesgo de sufrir estos accidentes se minimiza con el cumplimiento escrupuloso de la normativa en prevención de riesgos laborales y con la formación adecuada del personal. Aun así, algunos EPI resultan fundamentales para garantizar la seguridad de los trabajadores:
- guantes de látex para proteger ante agresiones químicas,
- guantes de protección mecánica para la manipulación de objetos punzantes o material abrasivo,
- gafas de protección antisalpicaduras,
- mascarillas para evitar la inhalación de productos contaminantes,
- tapones para evitar daños auditivos ante ruidos excesivos,
- calzado cómodo y antideslizante.
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