Según el último Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, en 2025 España cuenta con más de 280.000 profesionales en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: 77.045 en la Policía Nacional, 81.891 en la Guardia Civil y más de 123.000 en las Fuerzas Armadas. A ello hay que sumar los agentes autonómicos y locales y los trabajadores de la seguridad privada. En función de su especialización, estos profesionales ejercen funciones muy diversas que abarcan el control de fronteras, la patrulla urbana y rural, la intervención en situaciones de riesgo o la prevención del crimen, entre otros.
La naturaleza de los riesgos a los que se enfrentan es muy amplia y van desde posibles accidentes o agresiones durante el servicio al desgaste emocional por estrés. Estos riesgos están reconocidos y regulados por normativas específicas de prevención como el Real Decreto 179/2005, relativo a la Guardia Civil o el Real Decreto 2/2006, referente a la Policía Nacional.
Por supuesto, además de la propia protección legal, el equipamiento policial y de seguridad repercute directamente en la satisfacción laboral de los policías y del personal de seguridad. Por ello, es fundamental dotar a cada agente de herramientas que garanticen su protección.
Características que debe tener el material policial
El material de trabajo de policías y personal de seguridad debe resultar, sobre todo, fiable y eficaz. Para ello, todos los elementos deben ser resistentes y aportar comodidad y confianza al profesional. Señalamos sus cualidades principales.
1. Seguridad certificada
Tiene que estar homologado y cumplir con las normativas europeas y nacionales. Esto garantiza que el material soporta impactos, cortes o condiciones extremas.
2. El confort, prioritario
Los agentes pasan muchas horas de pie, caminando o en movimiento. Los equipos de protección individual ergonómicos previenen lesiones musculares y problemas de fatiga.
3. Resistencia y durabilidad
Todo el material policial debe soportar un uso intensivo en cualquier tipo de entorno y en situaciones con calor o frío extremo.
4. Ligereza y ajuste adecuado
El exceso de peso compromete la eficacia cuando se producen intervenciones rápidas. La clave es equilibrar la protección y la libertad de movimiento. La combinación de materiales transpirables y sistemas de ajuste rápido en uniformes y botas mejora también la comodidad y la ergonomía
5. Tecnología integrada
Incluir innovaciones tecnológicas como chalecos con sensores o cascos con comunicación integrada refuerza la seguridad y optimiza las operaciones.

