El sector del catering en España vive un periodo de crecimiento constante. Según el informe del Observatorio Sectorial DBK de Informa, sus ventas aumentaron un 8,8% en 2024, hasta alcanzar los 4.585 millones de euros, confirmando la tendencia positiva de los últimos cuatro años. Sin embargo, estos datos contrastan con la elevada rotación de personal, que, hoy por hoy, emerge como uno de sus grandes retos para mantener cifras tan positivas.
Un artículo del medio especializado Bares y Tapas presenta las conclusiones del Informe Rotación Laboral de Randstad Research, que señala que la tasa de rotación en hostelería y catering en nuestro país supera el 60%. Esta realidad genera importantes costes para las empresas, tanto en términos económicos como en la pérdida de experiencia y calidad en el servicio en un segmento esencial para la economía española.
No en vano, las últimas cifras presentadas por el Anuario Hostelería en España 2024 indican que el sector en su conjunto aporta un 6,7% al PIB nacional y está en un contexto de demanda creciente. Sin embargo, se encuentra con dificultades persistentes para retener talento y cubrir vacantes. La satisfacción del personal aparece, sin lugar a dudas, como un factor fundamental para afrontar este desafío.
¿Cuáles son las causas de la elevada rotación del personal en el catering?
La rotación laboral en el sector del catering responde a múltiples factores, algunos estructurales y otros coyunturales. Los diversos informes coinciden en que el entorno laboral de la hostelería, caracterizado por la temporalidad, la falta de formación y condiciones exigentes, genera desafección entre los profesionales del sector. Esta insatisfacción contribuye a que falten camareros y otros profesionales, como trabajadores del catering, que buscan alternativas en otros sectores.
1. Temporalidad y estacionalidad
El catering depende en gran medida de la demanda asociada a eventos y campañas específicas. Esto lleva a las empresas a preferir las contrataciones temporales. Tal dinámica dificulta el arraigo de los empleados y limita las oportunidades de desarrollo profesional.
2. Estrés laboral y condiciones salariales
Las jornadas irregulares, la exigencia de trabajar en fines de semana o festivos y la presión por responder a las expectativas de los clientes generan un alto desgaste emocional y físico. Además, en muchos casos, los salarios en el catering resultan inferiores a los de otros campos laborales con requisitos de cualificación similares.
3. Falta de reconocimiento profesional
Una cultura de empresa orientada solo al corto plazo, sin espacios de participación y crecimiento, y la ausencia de un liderazgo inspirador influyen negativamente en la satisfacción y motivación del personal, incrementando así la rotación.
4. Formación y oportunidades de desarrollo limitadas
La falta de itinerarios de promoción interna hace que muchos empleados perciban el sector como una opción profesional sin perspectivas de crecimiento. Esto repercute en la fidelización y el compromiso a largo plazo.
5. Conciliación laboral y medidas de bienestar insuficientes
La dificultad para conciliar la vida laboral y personal y la ausencia de programas que garanticen la seguridad y el bienestar físico del trabajador, como la dotación de equipos de protección adecuados, aumentan el riesgo de abandono del puesto.