Los trastornos musculoesqueléticos son una de las principales causas de baja laboral en Europa y generan un coste de millones de euros para las empresas, tal y como afirma la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA). Entre los factores de riesgo más habituales que los provocan están las posturas forzadas, la manipulación de cargas o los movimientos repetitivos. Estas situaciones son especialmente frecuentes en el sector industrial. Tomar medidas preventivas y de apoyo que favorezcan la ergonomía en el trabajo es clave para reducir la incidencia de estas dolencias.
En los últimos años, la tecnología ha desarrollado y mejorado los exoesqueletos, unos sistemas mecánicos capaces de adaptarse al trabajador y proporcionar una asistencia adicional en la realización de tareas determinadas. La misma EU-OSHA ha publicado un documento titulado Impacto de la utilización de los exoesqueletos en la seguridad y la salud en el trabajo en el que profundiza en el papel de esta tecnología en el entorno laboral presente y futuro.
Qué son los exoesqueletos para trabajar y qué tipos existen
Los exoesqueletos son dispositivos mecánicos externos que se acoplan al cuerpo humano y sirven de asistencia y apoyo para aumentar sus capacidades o facilitar los movimientos. Por lo general, se trata de un armazón que está dotado de articulaciones, aunque existe una amplia gama de exoesqueletos que cuentan con diferentes características.
Su capacidad para integrarse como una vía de mejora de las condiciones de trabajo ha llevado al Ministerio de Trabajo y Economía Social a elaborar dos Notas Técnicas de Prevención en las que profundiza en sus funciones y el correcto uso de los mismos. En concreto, se trata de la NTP 1162 2021. Exoesqueletos I: Definición y clasificación y la NTP 1163 2021. Exoesqueletos II: Criterios para la selección e integración en la empresa.
En estos documentos se insiste en que los exoesqueletos ofrecen considerables beneficios para los trabajadores, pero que solo complementan a las medidas preventivas específicas que requiere un puesto de trabajo, no las sustituyen.
Como señalábamos, existe una oferta muy amplia de exoesqueletos y el uso de unos u otros depende del tipo de tarea que realice el profesional, de sus propias condiciones físicas y del lugar en el que se desarrolla el trabajo. Podemos hacer una clasificación de los mismos en función de ciertas variables.
Tipos de exoesqueletos por su fuente de alimentación
- Pasivos. Carecen de alimentación eléctrica y llevan bisagras o muelles que se usan como amortiguadores, redistribuidores del peso o para la captura de energía.
- Activos. Están conectados a una red eléctrica y disponen de motores eléctricos o sistemas controlados por un ordenador integrado que detectan los movimientos del trabajador.
Tipos de exoesqueletos por su movilidad
- Móviles. Son los más usados. Permiten el movimiento libre de la persona y del dispositivo.
- Soportados. Están unidos a un carril elevado al que da soporte un robot de ruedas o un bastidor móvil.
- Fijos. Sujetos a un soporte, pared o suspendidos en el aire por un arnés y un gancho.
Tipos de exoesqueletos por la parte del cuerpo con la que interactúan
- De cuerpo entero. Mejoran las capacidades del cuerpo en su conjunto.
- De tren superior. Ayudan a soportar el peso de brazos y herramientas, sobre todo cuando se trabaja por encima de los hombros.
- De tren inferior. Permiten un apoyo continuo y mejoran el rendimiento de las piernas.
- De espalda. Se centran en la protección de la misma.